ALICANTE, España.- Los alrededores de esta ciudad recostada sobre el Mediterráneo fueron el escenario elegido por Peugeot para presentar su nueva berlina 508 que reemplaza al 407 y muestra el giro de la casa francesa en materia de diseño.
Es un auto que rompe con lo conocido, aspira a competir cara a cara con los sedanes alemanes y es capaz de atreverse a innovaciones que lo convierten en un modelo que, sin traicionar la historia de la marca, apunta a nuevos horizontes.
Ya había quedado en claro con el deportivo RCZ que estaban dispuestos a romper con los paradigmas.
Esa coupé no solo fue el primer modelo que abandona la clásica denominación numérica sino que además decidió no priorizar el andar mullido y se metió de cabeza en la deportividad. Ahora, a pesar de que el 508 conserva la habitual suavidad de marcha que siempre caracterizó a un Peugeot, sorprende con una versión dentro de la gama, la GT, que apuesta a un andar más deportivo, con lo que queda bien en claro la aspiración de competir de igual a igual en todos los terrenos.
El 508 tiene dos carrocerías: sedán y SW, aunque no está confirmado que esa última se venda en la Argentina.
A primera vista, y comparándolo con el 407, lo primero que se destaca en el diseño es el trabajo sobre las proporciones. Se redujo considerablemente el voladizo delantero (4,3 cm más corto que el 407), lo que evita que el auto toque abajo en lomos de burro, cunetas o pendientes. Además, tiene una distancia entre ejes más larga (9,2 cm) y mayor voladizo trasero, con lo que se logró una mayor habitabilidad y mejor espacio de carga en el baúl.
El frente tiene los rasgos que se habían anticipado por primera vez con el concept SR1 primero y con el Concept 5 en el Salón de Ginebra de 2010, que fue en definitiva el modelo que hoy se produce en serie.
Cambia la boca de la parrilla por una mucho más atractiva e incorpora el emblema del león sobre un rebaje del capot que lo enmarca y tiene unas ópticas rasgadas. De ahora en más, ése será el estilo que identificará a los próximos modelos de Peugeot.
Las dimensiones del sedán son 4,792 metros de largo, 2,068 de ancho (con espejos desplegados) y 1,456 de alto, con una distancia entre ejes de 2,817 metros. Todas las versiones tienen un tanque de 72 litros, lo que asegura una notable autonomía.
Calidad y confort
Una vez en el interior se percibe un salto de calidad respecto del 407, tanto por la calidad de los materiales y de las terminaciones, como por los dispositivos y los sistemas con los que cuenta. Obviamente, que habrá distintas versiones de motores y equipamiento, y aún no están definidas las que llegará a nuestro país, donde está previsto el lanzamiento antes de fin de año.
La versión que manejamos tenía, entre otros elementos, Head Up Display en color, que mostraba no sólo la velocidad sino también las indicaciones del navegador satelital, climatizador automático de 4 zonas, faros adaptativos y freno de estacionamiento eléctrico automático. A diferencia de otros sistemas de Head Up Display, éste no proyecta la información sobre el parabrisas sino que los muestra en una pequeña lámina plástica ubicada sobre el tablero que el conductor puede desplegar o guardar a voluntad.
En lo personal, este sistema me resultó mejor que el que proyecta la información sobre el parabrisas.
Una pantalla de siete pulgadas muestra tanto los datos del navegador como los de comunicaciones y audio; las funciones se manejan desde un control central (similar al iDrive de BMW).
En Europa, Peugeot lanzó cuatro versiones HDI (diésel) de 1.6 litro de 112 CV, 2 litros de 140 y 163 CV, y una 2.2 de 204 CV, y dos nafteras de 120 y 156 CV, las dos de 1.6 litro, pero no se descarta que en el futuro se incorpore un motor naftero de 200 CV como el 1.6 del RCZ.
Respecto del comportamiento dinámico, el 508 tiene dos caras pues hay dos tipos de chasis. Uno con suspensiones delanteras pseudo-McPherson, que combinan confort de marcha y prestaciones, y otra suspensión delantera de doble triángulo para la versión GT, que prioriza el comportamiento deportivo.
Manejamos la versión diésel 2.2 de 204 CV, denominada GT.
Pudimos conducir por ciudad, autopistas y caminos de montaña. En este caso, el motor está asociado a una caja de cambios automática de 6 marchas, que se puede usar en modo automático, sport (que pasa las marchas a mayor régimen) o elegir el cambio desde las levas al volante.
La rigidez de las suspensiones, que pierden algo de confort para ganar en deportividad, hace de esta versión un modelo que ofrece excelentes prestaciones. Pudimos comprobarlo en los caminos de montaña, con desniveles, curvas y contracurvas. El auto es predecible, confiable y tiene un comportamiento excelente, brindando gran sensación de seguridad al volante.
La marcha en ciudad, en tanto, no tiene la aspereza de los superdeportivos y es agradable. El GT tiene una velocidad máxima de 234 km h y acelera de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos.
También manejamos un diesel de 160 CV con caja manual. En este caso, el andar privilegia el confort y se trata, obviamente, de un modelo mucho más racional, pensado para la mayoría de los usuarios que buscan muy buenas prestaciones y excelente confort.
Como dijimos, el 508 llegará a la Argentina este año, aunque no están definidas todavía las motorizaciones ni las versiones. De todos modos, podemos asegurar que sorprenderá por diseño, equipamiento y prestaciones.
Sin dudas, será un serio rival entre las berlinas de alta gama.
Jorge Pandini
Enviado especial
Motor: gasolero
Cilindros: 4 en línea
Cilindrada (cc): 2179
Válvulas por cilindro: 4
Potencia (CV/pm): 204/3500
Par motor (kgmrpm): 45/2750
Alimentación: iny. directa y turbo
Caja: automática de 6 marchas
Tracción : delantera
Plazas: cinco
Performance
Aceleración 0-100km/h 8,2 seg.
Aceleración 0-1000 m 29,2 seg.
Velocidad máxima 234 km/h
Consumo c/100 km:
En ciudad 8 litros 36 pesos
En ruta a 90 km/h 4,4 litros 19,8 pesos
Consumo promedio 5,7litros 25,6 pesos
Capac. del tanque 72 litros 324 pesos
Autonomía (con un tanque)
En ciudad 900 km
En ruta a 90 km/h 1636 km
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